EZAE considera incomprensible que el Gobierno vasco mantenga las salas de cine con el 35% de aforo
EZAE, la asociación de salas de cine de Euskadi, considera incomprensible que el Gobierno vasco decida mantener las actuales restricciones en las salas de cine sin aportar ninguna argumentación, más allá de la proximidad de las "no fiestas patronales", que nada tienen que ver con la actividad de las salas de cine.
EZAE, la asociación de salas de cine de Euskadi, considera incomprensible que el Gobierno vasco decida mantener las actuales restricciones en las salas de cine sin aportar ninguna argumentación, más allá de la proximidad de las "no fiestas patronales", que nada tienen que ver con la actividad de las salas de cine.
Las salas vascas no entienden que se mantenga en las salas, que han demostrado ser un espacio seguro, sin ningún brote, una restricción del 35 % de aforo, un porcentaje que no han tenido en ningún momento de la pandemia. Y al mismo tiempo, que se permita que la gran mayoría de la actividad económica se desarrolle de facto en Euskadi con aforos superiores.
Las salas, algunas de las cuales ya se han visto obligadas a cerrar sus puertas ante estas restricciones, ven cada vez más complicado recuperar parte de las enormes pérdidas sufridas a lo largo de 2020 y 2021, y consideran inviable mantener su actividad con estas limitaciones. Además, temen que con unos aforos tan reducidos se complique al extremo el acceso a los estrenos más importantes.
Los socios de EZAE exigen al Gobierno vasco una rectificación inmediata a la mayor brevedad, y que permita a las salas recuperar el aforo del 60%, el mínimo para luchar por su supervivencia. Según una estimación realizada por EZAE, la reducción de aforo del 60 al 35 % supone de promedio para los cines vascos unas pérdidas de 600.000 euros al mes.
La mayor parte de las salas habían realizado importantes esfuerzos en el primer semestre de 2021 para recuperar sus horarios habituales, con los cines abiertos los siete días de la semana y sacando del ERTE a la totalidad de sus plantillas. Sin embargo, las restricciones ahora prorrogadas hacen imposible sostener estos avances, con lo que se avecinan ampliaciones de los ERTEs actuales, además de nuevos cierres de cines.
Hay que recordar que el uso de la mascarilla es obligatorio en estos espacios, y que se aplica estrictamente el distanciamiento social y el lavado de manos.
Para entender el contexto actual, es importante tener en cuenta que en 2020 las salas vascas acumularon unas pérdidas en su cuenta de resultados de 10 millones de euros con respecto al mismo periodo de 2019. De hecho, el número de espectadores que fue al cine en Euskadi en 2020 se redujo en más de un 65 % respecto al año anterior. Ante una situación tan crítica, las ayudas institucionales recibidas han sido claramente insuficientes.
De hecho, todos los esfuerzos realizados por los cines en los últimos meses estaban teniendo como objetivo ir recortando esas pérdidas, y los datos hasta el 26 de julio eran esperanzadores. En los últimos meses habían llegado estrenos atractivos y el público estaba respondiendo. Con las medidas impuestas por el Gobierno Vasco el 26 de julio, se está destruyendo todo lo conseguido durante los últimos meses a base de mucho esfuerzo, y se coloca a las salas de Euskadi en el escenario más restrictivo y duro de toda la pandemia, sin ninguna causa que lo justifique. Y no hay que olvidar que junto a la merma de ingresos, los gastos de las salas se mantienen al alza, como por ejemplo los derivados de la factura de la luz.